viernes, 6 de febrero de 2009

COMO ADAPTARSE A LA CRISIS DEL SECTOR INMOBILIARIO EN ESPAÑA. ALGUNAS CLAVES

Crisis y experiencia.

Hace ya dos años que comenzó la crisis inmobiliaria más intensa que jamás hayamos vivido en España.
Los datos a día de hoy, sitúan el nivel de transacciones en el mismo volumen que en 1998. Hemos retrocedido 10 años. Por otro lado, especialmente desde Septiembre del pasado año, estamos viviendo, adicionalmente, la mayor crisis financiera del siglo desde 1929, o quizás incluyendo esta. La presión en todos los negocios se hace enorme. Las dificultades se multiplican.

La gran pregunta es: ¿Cómo sigo adelante? ¿Cómo consigo sobrevivir? Permítanme adelantarles la respuesta: De ninguna manera. Déjenme explicarme. Efectivamente; no se trata de sobrevivir, sino de cambiar. Y quiero insistir en ello, dirigiéndome especialmente a aquellos profesionales más experimentados en el sector inmobiliario. Los datos nos dicen, a partir de nuestros sondeos en distintas redes, que precisamente los profesionales con más experiencia en el sector, son los que más están sufriendo la crisis. ¿Cómo es posible?...De nuevo la respuesta es simple: Por exceso de “sabiduría”.

Ejemplos prácticos.

No es la primera vez, ni probablemente será la última que esto suceda. Los negocios y las organizaciones no solo desaparecen por “no saber” del negocio, sino a veces por “saber demasiado”.

Déjenme que les ponga un ejemplo:
Finales de los 70. IBM es el líder mundial del negocio de ordenadores, y los mejores estudios del mercado les indican, sin lugar a dudas, que el mercado de ordenadores tenderá a desarrollar mainframes, es decir, grandes ordenadores de negocios. Algunos fabricantes se habían orientado hacia unas pequeñas máquinas llamadas PC’s, destinadas al uso personal en el hogar. Cuando IBM decidió fabricar PC’s lo hizo de forma marginal, llegando incluso a afirmar que lo más probable era que esa tendencia muriera rápidamente al cabo de unos años. Un entonces desconocido Bill Gates, gerente de una pequeña empresa de software llamada “Microsoft”, soñaba ya entonces con una “red de redes” en la que los Pc’s estuvieran interconectados. Y mientras IBM aposto a lo lógico, a lo que su experiencia de 80 años le decía, Microsoft se decanto por lo que entendían que era el futuro, por lo diferente. Todos sabemos cuál fue el resultado. De hecho, a día de hoy, la producción de ordenadores de IBM ha desaparecido por completo, y Microsoft es la mayor empresa de software del mundo.

Déjenme contarles otro caso:
Google. Google nació hace unos 10 años (quien lo diría, ¿verdad?..), es decir, en 1998. En aquel entonces, Microsoft sabia, tras casi 20 años de desarrollo de software, y siendo el líder mundial en sistemas operativos para PC’s, que Internet era la apuesta clave. Y decidieron volcar sus sistemas hacia las posibilidades de conexión y hacia las redes. Pero Google vio algo más: lo importante no era la red en sí, sino como encontrar algo en ella. Y lanzaron su buscador, que hoy es una de las primeras empresas del mundo, y que cada día más amenaza el liderazgo de Microsoft. Eran también un par de chicos jóvenes, como cuando Bill Gates fue capaz de “leer” el futuro.

El mensaje.

Ambas historias tienen algo en común:
La empresa que triunfa es la que es capaz de ver “lo nuevo”, “el cambio” en el mercado. Al mismo tiempo, esa capacidad de “leer” el mercado se ve bloqueada por “la sabiduría acumulada”, por “la experiencia que todo lo sabe”. Y ambas historias nos ofrecen una lección de humildad y apertura. El proceso económico supone, cada cierto tiempo, una prueba para cada uno de nosotros, un test que nos indica cuan capaces somos de renovarnos, de adaptarnos, de ser flexibles con la realidad, con la vida.

Y esto mismo nos está pasando ahora.
Nuestra investigación nos indica que las oportunidades de negocio detectadas son las mismas, todas ellas dirigidas a “aportar valor” al servicio y al cliente.

Pero no solo necesitamos “leer” el mercado, sino también tener la capacidad de “adaptar”, de “transformar”, mi negocio, mi estructura, mi equipo. Y la palabra transformación no significa “dedicarse a otro negocio”, sino “cambiar la forma en que lo hacemos”. Y para poder cambiar la forma en que hacemos las cosas, necesariamente, y corregir las carencias que “los buenos tiempos” habían tapado.

Esta capacidad de adaptarse al mercado, en este caso al mercado inmobiliario, no siempre es fácil. Por eso de algún modo, es correcto decir que el profesional Inmobiliario necesita reinventarse a sí mismo.
Esta reinvención supone, por un lado, suplir las carencias que actualmente tenga (carencias a nivel de gestión de oficina y procesos, a nivel de planificación y estrategia, a nivel de gestión de personas, a nivel de entendimiento del negocio de servicios, etc…) y adicionalmente o probablemente en paralelo, desarrollar nuevas habilidades que le permitan ser mucho más efectivo, mucho más capaz de leer en las personas y en los acontecimientos.

Me gustaría despedirme con un verso de, que creo que es enormemente acertado para estos momentos:

Se necesita mucho coraje para despegarse de lo que nos es familiar y aparentemente seguro,
para abrazar lo nuevo.
Pero cuando el pasado ha dejado de ser válido, ya no hay seguridad en él.
Entonces, hay más seguridad en lo arriesgado, porque la vida siempre está en el movimiento,
y es en el cambio donde se encuentra la verdadera fuerza vital.

Alan Cohen.

Joaquín Aguado.
Director Ejecutivo Triforma – Innotiimi España.

TRIFORMA
C/Antonio Suarez 10,
Bloque A, Local 302.
28802. Alcalá de Henares.
Madrid.